Capitulo 01: Encuentro - *El Dilema Del Erizo*
Aun cuando todo iba mal, siempre esperaba verla sonreír, no importa el momento o el lugar, una sonrisa bastaba, su hermano mi mejor amigo, y un gran secreto que guardaba yo sobre su hermana, sin embargo nuestras diferencias económicas eran notables, pero aun así, sus padres me apreciaban como uno mas, aunque gemelos, solo uno heredaría los grandes lujos y por norma ese era el, mi amigo Alveric y su hermana Desire con cosas menores, ambos herederos de una gran fortuna, pero nacidos bajo una estrella maldita y yo su juez y verdugo de ambos, seré yo quien sentencie sus vidas, mi culpa, mi sufrimiento y mi karma, y bajo el destino que nací sin que yo lo quisiera, me pregunto.., tal vez si nunca los hubiera conocido, ellos nunca hubieran sufrido, es mi maldita existencia, el inicio de su desgracia, mi amabilidad y mi felicidad su perdición y la destrucción de su familia.
Todo comenzó cuando tenía 10 años y por casualidad me encontré con una niña rubia de ojos verdes como si la misma madre naturaleza estuviera reencarnada en ella, me sorprendió mucho verla, sus lágrimas caían por ese fino rostro, no puede evitar el preguntarle el porque de su llanto –Te encuentras bien amiga? – no obstante su respuesta fue rotunda –No soy tu amiga!– cierta cólera inundo mi cuerpo ante tal respuesta, quise gritarle, pero no pude, sentía que necesitaba ayuda, y comencé a ver alrededor, el lugar donde ella se había perdido tenia fama de laberinto, era un lugar que por causas curiosas, se había construido mal y algunas paredes y casas eran muy parecidas, fácilmente cualquier persona nueva se perdería ahí, a no ser que uno viva en ese lugar y ya conozca como ir sin perderme, las casas eran antiguas y habían muchas plantas, y no había bulla, no comprendo como llego hasta aquí, Yo conocía bien el lugar, me críe en el laberinto, se dice que todas las personas que se crían dentro del laberinto, tienen mala suerte, una maldición o un destino fatal, por ello es que casi nadie vive acá, salvo ancianos y otra tipo de personas, pero por suerte no gente mala, llegue a este lugar porque, al ser un lugar poco querido por las personas los precios son mas bajo y mi madre pudo alquilar un cuarto aquí, no hay niños así que juego solo siempre. La sujete de la muñeca y jalándola, la obligue a seguirme; Logre llevarla hasta la salida del laberinto, y fue ahí donde a lo lejos vi a un niño que parecía tener mi misma edad, tenia el pelo rubio y al parecer ojos claros; el chico venia corriendo hacia nuestra dirección, supuse que era su hermano así que la solté a ella y cuando lo tenia cerca de mi –Oye, amigo ella es tu hermana?– y al parecer tuve mucha suerte porque me respondió de la misma forma, lo cual me izo entender que si eran hermanos y además me dio una bienvenida muy cariñosa –No soy tu amigo! *buff*– nunca había peleado en mi vida, pero ese golpe, me izo despertar mi cólera y me levante y le devolví el golpe como mejor pude y ambos comenzamos a pelearnos muy fuerte, mordiéndonos, sin embargo me di cuenta que yo era mayor que el por 2 años, solo era un poco mas grande que el, pero iba ganado, sin embargo el no retrocedía, era muy tenaz, cuando ya estábamos muy cansados, reuní las pocas fuerzas para lanzarme sobre el, pero esa niña, me empujo y me golpeé contra un poste muy fuerte en la cabeza, tanto así que me comenzó a sangrar, mi ojo izquierdo se tiño de rojo y veía el mundo de dos colores diferentes, vi como la niña gritaba, sin embargo escuchaba su voz como si estuviera lejos, y pronto todo se comenzó a nublar y sentí como mi cabeza choco contra el pavimento y luego de eso, me sentí perdido y en las nubes, estaba oscuro pero lograba escuchar voces, entre ellas un llanto muy familiar; cuando logre abrir los ojos note todo borroso pero distinguí a una doctora y lo primero que le pregunte fue –Señorita!, que fue lo que paso?– La doctora me respondió amablemente y me dijo que me golpeé muy fuerte en la cien, lo cual me causo un desmayo y que al parecer me encontraba bien, solo algo confundido, Si confundido un montón!, no podía recordar nada de mi, ni siquiera a mi madre y la única cosa que recordaba era, el golpe de ese niño desgraciado y el llanto y los ojos de esa niña, estaba molesto y muy preocupado, tenia que salir de ese lugar, algo me decía que si me quedaba algo malo me iba a pasar y por algún motivo sabia a donde tenia que regresar, espere cuidadosamente que la doctora se fuera y busque mi ropa en todo el lugar… por algún motivo estaba con una bata, desnudo, eso me dio escalofríos y cuando encontré mi ropa, no perdí tiempo y Salí del cuarto ya vestido, mi plan era perfecto, casi imposible de errores, solo había un pequeño inconveniente, y ese era –Mmm.. Donde esta la salida? Y en donde estoy?– no tenia ni la menor idea donde me encontraba, me saque las vendas para no levantar sospechas y pedí indicaciones sin muchos resultados, el lugar era enorme, solo había una manera de salir y esta era ir en línea recta y buscar el norte, mi casa quedaba al norte, no había pierde tenia q fijarme en el sol y la hora y sabría hacia donde dirigirme, me llene de emoción y orgullo a mi mismo, era un genio, localice un rebojos y vi por la ventana y me dirigí al norte, sin embargo mientras caminaba he iba por los pasillo me preguntaba –Que pasaría si mi casa se encuentra al norte que pase y sigo yendo al norte… me alejare mas y mas –, Mi sistema de focalización había fallado, no estaba triste, y aunque una lagrima masculina recorría mi rostro al no saber donde estaba… tenia que pesar en algo pronto.
Ya cansado de caminar, tuve una idea brillante, las ventanas dan a las calles, un pequeño error de calculo, así q me apresure y me Salí por una ventana, pero tarde me arrepentí de haberlo hecho… me metí a la sala de los perros guardianes que muy cariñosamente me sonreían con esos enormes dientes blancos y esos ojos hermoso, cada ves se acercaban y yo cada ves sentía que quería ir al baño, pero mi pie piso algo, era un juguete de perros, recordé que en las caricaturas, al perro guardián se le puede distraer con un juguete o comida, no lo dude, tenia que usar el hueso de juguete que tenia, para ellos era un juguete, pero para mi, mi esperanza de vida…
CONTINUARA...
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